Un lago que se secó hace casi 80 años está a punto de reaparecer en , donde las lluvias torrenciales de este húmedo invierno boreal han desbordado los embalses regionales.

Este martes, primer día de la primavera en el hemisferio norte, amaneció lloviendo en varias regiones de California, especialmente en el centro y sur, con el Servicio Nacional de Meteorología pronosticando hasta ocho centímetros de agua (80 mm) en la zona costera, y hasta 120 centímetros de nieve en lugares con elevación superior a 1.800 metros.

"Es otro evento climático significativo que, con todo lo que ha ocurrido antes, causará enormes problemas", dijo el meteorólogo Daniel Swain en Twitter.

En el valle central de California, las autoridades emitieron órdenes de evacuación para los habitantes de varias comunidades en el condado de Tulare, donde décadas atrás estaba el lago homónimo. La seguidilla de tormentas en este estado del suroeste de Estados Unidos desde diciembre podría traer este espejo de agua de vuelta a la vida.

"Las perspectivas cada vez más claras de la subida del agua en lo que se perfila hacia una temporada récord de crecida del río Kings han llevado al Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos del Distrito de Sacramento a anunciar planes para comenzar una rara inundación del antiguo lecho del lago Tulare", indicó un comunicado de la Oficina de Conservación del río King.

El procedimiento podría extenderse hasta el verano boreal, sostuvo el despacho.

Tulare llegó a ser el mayor cuerpo de agua fresca en el oeste de Estados Unidos, alimentado por la nieve de la cordillera de la Sierra Nevada.

Pero con el desarrollo de la agricultura en la región, el agua fue desviada hacia canales de irrigación reduciendo el lago, que se secó después de la Segunda Guerra Mundial, y dio paso a tierras de cultivo.

En varias ocasiones desde entonces se ha inundado, siendo la más reciente en 1983 cuando cayó una nevada récord en las montañas.

"El invierno que no quiere acabar", en palabras del servicio meteorológico de Reno, hizo de este año la segunda temporada con más nieve en 77 años en la región montañosa entre California y Nevada.

El laboratorio de la zona central de la Sierra Nevada informó que acumulan a la fecha 17,2 metros de nieve, y con copos a la vista, aún es posible superar el récord de la serie histórica (20,6 metros).

La región oeste de ha sido castigada en los últimos meses con el paso de varios ríos atmosféricos. Estos sistemas meteorológicos cargados de humedad provenientes del Pacífico han arrojado capas y capas de nieve y bañado con lluvias torrenciales incluso zonas de poca elevación.

Los pronósticos anuncian fuertes vientos de hasta 128 kilómetros por hora en regiones montañosas, y de hasta 96 kilómetros por hora en el litoral y en los valles, que podrían derrumbar árboles y destruir líneas de transmisión eléctrica en las próximas horas.

El Servicio Nacional de Meteorología emitió advertencias de inundaciones en localidades desde el sur hasta San Francisco, e instó a la población a tomar precauciones adicionales para desplazarse debido al precario estado de algunas carreteras.

"Los niveles del agua están extremadamente altos en ríos, afluentes y cascadas. Fuertes precipitaciones en regiones bajo los 1.200 metros pueden causar nuevas inundaciones o empeorar las ya existentes entre hoy (por el martes) y la noche del miércoles", advirtió el servicio meteorológico en Hanford, en el valle central.


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