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La gimnasta estadounidense se anuncia como la teórica superestrella de los Juegos de Tokio.

Su historia personal y su actuación pública tras el estallido del 'caso Nassar' (actos de violencia sexual en el seno del equipo estadounidense, de los que ella también fue víctima) le han otorgado una consideración que trasciende los límites de su deporte.

De aquí a los Juegos Olímpicos, la cuatro veces oro en Rio-2016 planea tres competiciones entre mayo y junio, todas ellas en suelo estadounidense.

En 2019, Biles se convirtió en la gimnasta con más medallas en Mundiales (teniendo en cuenta hombre y mujeres), con 25 metales, 19 de ellos de oro. En Tokio buscará otro récord, el de mayor número de títulos olímpicos en gimnasia (9), que tiene Larissa Latynina desde los años 1950-1960, representando entonces a la Unión Soviética.

Biles aspirará en la capital nipona a seis títulos.

¿Y se retirará la gimnasta con 24 años tras la aventura japonesa? "Cecile y Laurent (sus entrenadores desde 2017) son franceses, así que me han hecho en cierta medida un chantaje emocional" para estar en los Juegos de París-2024, afirmó la estrella texana la pasada semana.

Con apenas 21 años, el plusmarquista mundial de salto con garrocha (6,18 metros), Armand Duplantis, será el grandísimo favorito en el concurso olímpico, con permiso del veterano francés Renaud Lavillenie (34 años) y de los representantes estadounidenses (Sam Kendricks, Chris Nilsen, KC Lightfoot).

El prodigio sueco empezó el año con altas expectativas.

Fue el dominador absoluto de la temporada en pista cubierta con cuatro reuniones por encima de los seis metros y ostenta la mejor marca mundial del año (6,10 metros).

Aprovechó también el arranque de 2021 para aumentar su palmarés, con un título de campeón de Europa 'indoor' en Torun (Polonia).

Dos veteranos de la raqueta pero con ilusiones renovadas: Rafa Nadal y Roger Federer, de 34 y 39 años, buscarán el oro en Tokio.

Nadal ya lo logró en categoría individual en Pekín-2008, pero Federer todavía no. En esa cita en China fue oro, pero en dobles, haciendo dupla con Stan Wawrinka.

Las dudas sobre ambos están en su estado físico.

Nadal ha tenido problemas de espalda desde el inicio de la temporada. Del Abierto de Australia (febrero) a Montecarlo esta semana ha estado alejado de la competición, por lo que su estado es todavía una incógnita.

Más dudas hay incluso con Federer, que en marzo reapareció en Doha tras trece meses fuera del circuito ATP y dos operaciones en la rodilla derecha.

En la capital catarí ganó un partido y perdió otro.

Su segundo torneo tras la reaparición está previsto para principios de mayo en Madrid, sobre tierra batida. Su objetivo sería estar al máximo nivel para Wimbledon y luego para Tokio.

Todo un icono en China, el nadador Sun Yang atraviesa aguas turbulentas. Fue suspendido ocho años -con 29 años eso es sinónimo de carrera terminada- por el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) en febrero de 2020 por haber destruido a golpe de martillo una muestra sanguínea durante un control antidopaje en su domicilio en septiembre de 2018, después de una primera sanción por dopaje en 2014.

Sun Yang obtuvo la anulación de la decisión por la justicia civil suiza el pasado diciembre. El motivo, la "parcialidad" de uno de los árbitros por unos comentarios en el pasado.

¿Estará el tres veces oro olímpico en la piscina de Tokio? Eso depende ahora de una nueva audiencia ante el TAS, programada del 24 al 28 de mayo, a dos meses de la apertura olímpica.

Su presencia en el Mundial de natación de 2019, donde fue campeón en 200 y 400 metros, ya provocó numerosas reacciones. El australiano Mack Horton se negó a subir al podio con él y el británico Duncan Scott decidió no darle la mano.

Caeleb Dressel parece tenerlo todo para ser en cierta medida el sucesor de Michael Phelps en la natación masculina.

Con 24 años, el velocista estadounidense 'solamente' se coronó en pruebas de relevos en Rio-2016 (4x100 m libre y estilos), por lo que todavía está lejísimos de las 23 medallas de oro olímpicas de Phelps, que son un récord absoluto.

En el Mundial de 2017 sí que logró siete títulos y en el de 2019 obtuvo ocho medallas, seis de ellas de oro, por lo que el nadador de Florida parece llamado a ser la estrella de la piscina en Japón.

Probó la pasada semana a modo de ensayo las finales matinales, como será el caso en Tokio, y pareció satisfecho, al no encontrarlas "tan diferentes o tan raras mental y físicamente" como en un primer momento pudo haber imaginado.

El atleta británico Mo Farah, que desde 2017 pasó a competir en pruebas de larga distancia en carretera, se ha marcado un último desafío sobre la pista a sus 38 años.

Tras sus dobletes 5.000-10.000 metros en Londres-2012 y Rio-2016 sueña con conquistar en Tokio un quinto título olímpico, en los 10.000 metros. Pero la competencia se presenta dura, especialmente con el nuevo rey del medio fondo mundial, el ugandés Joshua Cheptegei.

En su única participación en un estadio desde el anuncio de su regreso a las pruebas en pista, en septiembre de 2020 en Bruselas, el corredor de origen somalí batió el récord del mundo de la hora (21,330 km). Después participó en un programa de telerrealidad a finales de 2020 y ganó la medio maratón de Yibuti (1h03:07) a principios de marzo.

El reto de la nadadora Katie Ledecky en los Juegos de Tokio será colgarse cinco medallas de oro, desde los 200 a los 1.500 metros, esa última distancia por primera vez en el programa olímpico. Pasando también por el relevo 4x200 metros.

Dos finales, las de 200 y 1.500 metros, tendrán lugar el mismo día, algo que no parece preocupar a la nadadora estadounidense. "Es un desafío, pero es un desafío para el que me estoy entrenando", afirma.

"No he visto a mi familia desde hace más de un año. A nadie", afirma la joven de 24 años al hablar de la pandemia. Es originaria de la costa Este pero tiene su base en Stanford (California, costa Oeste). "Les echo de menos. Quiero que este tiempo que he pasado trabajando haya valido la pena", asegura.

La pasada semana, Ledecky bajó de los cuatro minutos en los 400 metros e hizo los 200 metros en un minuto, 54 segundos y cinco décimas, lo que lanza un mensaje de que está fuerte.

Japón espera mucho del emblemático gimnasta Kohei Uchimura en 'sus' Juegos. El que fue campeón mundial del concurso general seis veces seguidas entre 2009 y 2015, un logro sin precedentes, es además vigente doble campeón olímpico.

Pero a los 32 años y tras una etapa plagada de problemas físicos, sus hombros doloridos le hacen concentrar sus esfuerzos en la barra fija.

En los próximos días (15 al 18 de abril) tiene la competición clasificatoria japonesa e intentará sellar su pasaje para unos cuartos Juegos Olímpicos, donde sueña con despedirse con una octava medalla olímpica.

Su título de campeón de Japón, el pasado diciembre, es ya un buen presagio.

En una disciplina atlética, el esprint, huérfana tras la retirada de la leyenda jamaicana Usain Bolt y privada del estadounidense Christian Coleman (sancionado por dos años por haber incumplido sus obligaciones de localización antidopaje), otro norteamericano, Noah Lyles, de 23 años, tratará de convertirse en el primer velocista de sus país en lograr el doblete 100-200 m desde que lo hiciera Carl Lewis en 1984.

El último año ha sido agotador para el carismático velocista, que reveló en agosto que estaba siendo tratado por una depresión que, según él, empeoró con el confinamiento y las manifestaciones del movimiento antirracista 'Black Lives Matter'.

El cierre de las instalaciones deportivas al comienzo de la pandemia le dejó sin lugar donde entrenarse.

Lyles, que también es asmático, prevé entrenarse principalmente en Estados Unidos para preparar la cita olímpica.

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