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Frente a la cancha que lo vio brillar, ante murales con su rostro, en su academia deportiva: miles de fanáticos continuaron este lunes los tributos a la estrella del básquetbol Kobe Bryant, fallecido en un accidente aéreo, en Los Ángeles.

Balones, zapatillas, gorras, flores y velas no dejaban de llegar a la plaza L.A. Live, ubicada al frente de la cancha donde muchos fanáticos esperan se le rinda tributo a este jugador que por 20 años defendió la bandera de los Lakers.

Bryant murió el domingo cuando el helicóptero en el que viajaba junto a su hija de 13 años y otras siete personas se estrelló a las afueras de .

"¡Kobe, Kobe, Kobe!", gritaban de cuando en vez los fanáticos rompiendo el silencio. "¡MVP, MVP, MVP!", siglas en inglés de jugador más valioso, también se escuchó.

A las 12 del día además, las radios de Los Ángeles quedaron en silencio por 1 minuto y 8 segundos --el '8' por el número que defendió el jugador, además del mítico '24'.

Varios altares improvisados se fueron armando en las esquina de la plaza, epicentro de los tributos al legendario jugador.

Con marcadores y tiza, muchos dejaron mensajes: "5 anillos, millones de recuerdos, Dios te bendiga", escribió uno. "El mundo nunca tendrá otro Kobe Bryant".

Jonathan Arroyo, 23, llegó temprano y con un marcador comenzó a llenar una de las lozas en la plaza con pequeños "MVP".

"Será mi MVP hasta el día que muera", expresó. "Significa todo para mi, no me interesaba el básquetbol hasta que Kobe comenzó a jugar".

"Era una inspiración", siguió, coincidiendo con la mayoría de quienes estuvieron allí, que también destacaban que era un padre dedicado, una persona caritativa, un empresario exitoso, además de ser uno de los grandes del deporte.

"Es sinónimo de trabajo duro por lo que logró, sin nunca dar nada por sentado", afirmó Anthony Jackson, de 62 años, que dijo "espera honestamente" que el funeral se realice en el Staples, "su casa".

Cynthia Graham, de 48 años, haría fila de madrugada solo para estar presente en ese último adiós.

"Me iba antes del trabajo solo para poder ir a un juego de los Lakers", dijo a la AFP. "Si dejaba que me descontaran del sueldo solo para ir a juego, no dudaría en hacerlo para ir a su funeral".

Otro grupo de fanáticos se congregó frente a la Mamba Sports Academy, la academia de Bryant bautizada con su apodo y que está ubicada en Thousand Oaks, a una hora en auto del Staples, en el centro de Los Ángeles.

La situación era similar: llanto, silencio, pancartas, flores, velas.

Shain Hrehniy, empleado de una tienda Apple, lloraba mientras cargaba a su hijo en brazos.

"Quería que mi hijo viera a su jugador favorito", dijo a la AFP.

"Voy a venir aquí todos los días. Todos los días me detendré para obtener ese tipo de energía y recordarme a mí misma que puedes ser lo que quieras siempre y cuando te esfuerces", expresó por su parte Roscoe Gray, una ingeniera de sonido.

En el accidente murió también su hija Gianna, de 13 años, que según el mismo Kobe había mostrado talento para el baloncesto.

José García, que trabaja como cuidador, dijo que la llegó a ver jugar.

"Siempre pensé que la vería crecer. Y en realidad, fue muy inspirador verla".

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