TE RECOMENDAMOS
El presidente ruso, Vladimir Putin, se reunió este lunes en Moscú con el canciller iraní y condenó los ataques contra Irán, estrecho aliado del Kremlin, calificándolos de "agresión no provocada, sin fundamento ni justificación" pero sin ofrecer públicamente ayuda militar a Teherán.
Putin hizo estas declaraciones a raíz de los bombardeos estadounidenses del fin de semana contra instalaciones nucleares iraníes, y de los ataques israelíes en la República Islámica desde hace once días.
Irán respondió a los bombardeos atacando a Israel y una base de Estados Unidos en Qatar, la mayor de ese país en Oriente Medio.
"Una agresión no provocada contra Irán que no tiene ningún fundamento ni justificación", lamentó Putin ante el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Abás Araqchi, durante una intervención en el Kremlin transmitida por la televisión rusa.
"Nos esforzamos por brindar nuestra ayuda al pueblo iraní", añadió, expresando su "satisfacción" por recibir a Araqchi para "discutir todos estos temas candentes y reflexionar juntos sobre cómo salir de la situación actual".
Pero el mandatario ruso no precisó si Moscú está dispuesto a ofrecer a Teherán ayuda militar en su conflicto con Israel, a pesar de que, según Kiev y sus aliados, Irán suministró drones explosivos a Rusia que fueron utilizados en su ofensiva a gran escala contra Ucrania.
Por su parte, el jefe de la diplomacia iraní, que elogió las relaciones "muy estrechas" con Moscú, denunció la "agresión injustificada" de Israel y Estados Unidos contra su país, el cual "ejerce su derecho legítimo a la legítima defensa" en respuesta.
En declaraciones a la prensa, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, restó importancia al alcance de estas conversaciones entre Rusia e Irán: "Era poco probable que dieran algún resultado. Nadie esperaba resultados. En un momento tan tenso", dijo.
Desde el 13 de junio, primer día de los bombardeos israelíes contra Irán, Putin se declaró "dispuesto a desempeñar un papel de mediador para evitar una nueva escalada de tensiones", según el Kremlin.
Pero su propuesta fue recibida con frialdad por la Unión Europea, ya que Bruselas considera que Rusia no puede "ser un mediador objetivo" en medio de la ofensiva que el ejército ruso lleva a cabo en Ucrania desde 2022.