El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó este jueves el doble atentado suicida en el aeropuerto de Kabul con al menos 60 muertos y 140 heridos, en su mayoría afganos que trataban de subir a algunos de los vuelos de evacuación de los países aliados, que también sufrieron víctimas entre sus filas.

El doble ataque suicida ocurrió hoy después de días en los que los gobiernos de varios países habían alertado de la posibilidad de atentados en el aeropuerto, donde miles de personas trataban entre empujones de acceder a alguno de los vuelos de evacuación desde la toma de la capital afgana por los talibanes el pasado 15 de agosto.

Las explosiones ocurrieron a media tarde, y pronto se divulgaron en las redes sociales imágenes de decenas de cuerpos ensangrentados y mutilados en un canal con agua situado en la periferia del aeródromo, donde muchos civiles llevaban días intentando que las fuerzas de seguridad se apiadasen de ellos y les permitieran entrar.

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"Más de 60 personas murieron y otros 140 resultaron heridas", aseguraron a Efe fuentes oficiales, que pidieron el anonimato. Además, apuntaron, la mayoría de los heridos que están recibiendo atención médica "se encuentran en estado crítico", por lo que el número de fallecidos podría aumentar en las próximas horas.

La ONG italiana Emergency, que tiene un hospital en Kabul, había informado en Twitter poco después de conocerse el atentado que habían recibido al menos 60 personas heridas, colapsando la capacidad de sus instalaciones.

"Las personas que llegaron no podían hablar, muchos estaban aterrorizados, sus ojos totalmente perdidos en el vacío, su mirada en blanco. Rara vez hemos visto una situación así", describió la ONG.

REIVINDICACIÓN DEL ESTADO ISLÁMICO

El ataque fue reivindicado por la rama afgana del grupo yihadista Estado Islámico (EI), según un comunicado de la agencia de información de los radicales, Amaq, difundido por sus canales de propaganda en internet.

El autodenominado Estado Islámico de Khorasán, sólo se hizo eco sin embargo de una de las explosiones, perpetrada por uno de sus combatientes, que logró lanzar el ataque tras pasar inadvertido a través de los controles de seguridad "de las fuerzas estadounidenses y de la milicia talibán alrededor de la capital".

"Pudo llegar a una gran concentración de traductores y colaboradores del Ejército estadounidense en el campo de Baran, cerca del aeropuerto de Kabul, e hizo estallar un cinturón explosivo matando a unas 60 personas e hiriendo a 100, entre ellos miembros de los talibanes", según la versión de los yihadistas.

El Departamento de Defensa de Estados Unidos aclaró sin embargo que los atentados fueron cometidos por al menos "dos atacantes suicidas, considerados combatientes del EI", que detonaron los explosivos en las cercanías del aeropuerto y un hotel próximo.

El jefe del Comando Central de EE.UU. (CENTCOM), general Kenneth McKenzie, aseguró además que una vez que se produjeron las explosiones, "combatientes del EI abrieron fuego contra civiles y fuerzas militares" en la zona, generando más víctimas.

Al menos doce soldados estadounidenses murieron y 15 resultaron heridos en el doble atentado, según el jefe militar.

CONTINÚAN LAS AMENAZAS

El general Kenneth McKenzie, dijo que todavía hay "una serie de amenazas activas" contra el aeropuerto de Kabul, lo que podría implicar desde un posible ataque con cohetes a un atentado con coche bomba, y los talibanes ya han frustrado "algunos ataques".

Durante la noche se escucharon nuevas explosiones en la ciudad, aunque se desconoce su naturaleza.

El principal portavoz talibán, Zabihulla Mujahid, explicó que algunas de ellas "fueron (detonaciones controladas) realizadas por fuerzas estadounidenses para destruir su equipo".

"El Emirato Islámico (como se hacen llamar los talibanes) condena enérgicamente el ataque a civiles en el aeropuerto de Kabul, que tuvo lugar en una zona donde las fuerzas estadounidenses son responsables de la seguridad", dijo también en Twitter el portavoz.

Los talibanes están "prestando mucha atención a la seguridad y protección de su gente, y los responsables serán detenidos", aseguró.

El presidente del Consejo para la Reconciliación Nacional, Abdullah Abdullah, también condenó el atentado "que mató e hirió a un gran número de civiles".

"Mi pensamiento y mis oraciones están con las víctimas y sus familias en este momento difícil", dijo.

Hace dos días los talibanes anunciaron que los afganos no podrían ir al aeródromo, como medida de seguridad para salvaguardar sus vidas del caos en el que se ha convertido la terminal.

Aún así, las imágenes del perímetro del aeropuerto horas antes de los atentados mostraban centenares de ciudadanos afganos llegando a las afueras del aeropuerto, muchos de ellos incluso cruzando los canales de agua hasta la alambrada, donde ocurrió la tragedia.

El ataque de hoy supone un nuevo retraso en las evacuaciones internacionales, con lo que muchas de las personas que esperaban salir de Afganistán antes del fecha límite del 31 de agosto, probablemente no dispongan ya de más oportunidades para hacerlo.

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