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CANNES, Francia, junio 2 (EL UNIVERSAL).- La relación de Chopard con el Festival de Cannes es una larga historia de amor, pues nació hace 20 años a raíz de que la firma suiza abrió su boutique en La Croisette, justo frente al Palais des Festival y a la visión que tuvo su copresidenta y diseñadora artística, Caroline Scheufele.
"Eso me dio la idea de que sería bueno hacer una gran inauguración de la boutique durante el Festival pero no quería llegar de la nada sino conocer a los organizadores del certamen así que fui a París, en ese momento el presidente del Festival era Pierrot y en una cena me dijo que por qué no hablaba con sus patrocinadores que eran L’Orèal, Canal Plus, etcétera", cuenta.
"Así que yo le pregunté si tenían algún patrocinador de joyería y me dijo que no. En ese momento se me ocurrió que podríamos hacer algo juntos y en el lugar en el que nos habíamos reunido, su biblioteca, tenía la Palma de Oro, ‘¿es ésta la verdadera? —pregunté—, sí, claro’, me respondió. Me la quedé viendo poco emocionada a lo que me dijo, ‘sí bueno, es que tiene 50 años ya, habíamos pensado renovarla un poco’. Así que le expliqué, ‘¿sabes? Mi verdadero trabajo no es organizar fiestas sino crear y diseñar, ¿te puedo hacer una propuesta acerca de cómo esta Palma puede quedar más glamorosa y prestigiosa?’, y él me dijo que claro. Así que literalmente me fui de París con la palma bajo el brazo y aquí estamos 20 años después", explicó la creativa.
Una de las mejores anécdotas es la de cuando pensaron que Marion Cotillard había perdido un pendiente propiedad de la firma.
"Recuerdo la noche en la que Marion Cotillard llegó a la alfombra roja con un solo arete de diamantes. Todo el mundo hablaba de eso. Cuando la vimos en el teatro pensamos que lo había perdido, así que empecé a llamar a todo el mundo y nadie me respondía hasta que por fin averiguamos que Marion lo había hecho a propósito", recordó Scheufele.
Famosos y joyas.
Las fiestas de Chopard son las más glamorosas de Cannes y quizá, del mundo.
En esta ocasión EL UNIVERSAL tuvo oportunidad de asistir a la fiesta Anabel’s dedicada a los Gentleman en la que no pudo faltar el actor Colin Farrell, quien estuvo presente en Cannes con la película de la directora Sofía Coppola "The Beguilded" y Will Smith, miembro del Jurado.
El lugar elegido fue la exclusiva terraza del Hotel Martinez en el cual la anfitriona de la firma, Caroline Scheufele, agasajó a sus invitados entre los que también se encontraban Marion Cotillard, Christoph Waltz y Tatiana Navka.
Champaña Roederer, cocteles Grey Goose y Patrón Añejo se bebieron bajo el ritmo de la DJ Lou Hayter en una velada exquisita.

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