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Uno de los más emocionados fue Pedro Prieto, quien caracterizado de Capitán Garfio no dejaba de saludar a la gente a su paso y bromear con séquito de piratas y uno que otro Niño Perdido. "Estoy satisfecho con el trabajo pero mucho más con el resultado, el público ha salido muy contento, los niños realmente se creen que soy Garfio y se extrañan que no tenga garfio, que dónde está la espada y mi uniforme, y eso me encanta, crear y mover emociones en los niños es muy complicado y creo que lo hemos logrado con esta puesta en escena".
Entre gritos, risas y cabeceos para esquivar las ramas de los árboles, porque todos iban en el segundo piso del Turibús haciendo tal barullo que la gente se asomaba a su ventana, Pedro Prieto señaló que eso es lo que iba a extrañar mucho ahora que está muy cerca de terminar las 10 semanas de Peter Pan en cartelera, la unión que se hizo entre ellos.
"Voy a extrañar esta buena vibra que hay entre todos los compañeros, porque al fin y al cabo hemos pasado mucho tiempo juntos, se crearon unos lazos de amistad de familia y aquí viene uno a divertirse, entonces es como esa parte de venir a jugar en el recreo cuando eres pequeño. También voy a extrañar estar delante de la gente, que es lo más bonito, y también encima del escenario, es una suerte, estar actuando para los niños es lo mejor que te puede pasar, eso es lo que voy a extrañar por encima de todo".
La última función de Peter Pan no sólo despedirá una temporada, sino también a Lola Cortés como el eterno niño de Nunca Jamás, que durante 30 años interpretó en diversos momentos de su carrera artística.
"Esta temporada ha sido para mí única, porque ha sido mi cuarta obra y la primera con más difusión y más expectación, porque aquí tenemos que cantar, bailar y estar al nivel de una grande, que es la querida Lola Cortés. Ella es lo que es por cómo ensaya, es como Cristiano Ronaldo en los partidos del Real Madrid gana por cómo entrena, le he aprendido muchas cosas, la disposición al trabajo, la disciplina, el no desesperarse, el dar la energía al full sin importar que sea un ensayo. En escena ha sido muy cómodo, en la distancia ella veía cómo me desenvolvía, en cuanto vio mi empeño y compromiso con la compañía, poco a poco nos fuimos acercando más y en las escenas se ve una complicidad y me dio mucha seguridad".
Después de casi una hora paseando por Polanco, el elenco de Peter Pan volvió al Teatro Moliére, aun así seguían informando a la gente sobre las funciones y los precios, incluso Pedro se acercó a la ventanilla de un auto para explicarle a la conductora. "Esto anima y acerca más al público con el teatro, porque a lo mejor hay gente un poco reticente a la hora de acudir o que simplemente no saben, entonces es una forma de publicidad interactiva que a mí me encanta hacer", finalizó el intérprete del Capitán Garfio antes de perderse nuevamente en Nunca Jamás.

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