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En un comunicado, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó que esto es debido a escurrimientos de agua y de que el monumento está en circunstancias inadecuadas para garantizar la óptima conservación de esos restos; el esqueleto de Aquiles Serdán (1877-1910) es el que observa condiciones más desfavorables de conservación, mientras que el de Máximo (1878-1910) es el que mejor estado presenta, en tanto que el de Carmen (1875-1948) se mantiene estable.
Luisa Mainou, responsable del Taller de Conservación y Restauración de Material Orgánico de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC), realizó junto con las restauradoras Luisa Straulino de la CNCPC y Andrea Cordero del Centro INAH Puebla, este dictamen, luego de exhumar e intervenir dichos restos a petición de la familia Serdán y del gobierno municipal de la ciudad de Puebla que solicitaron verificar las condiciones en que se encontraban esas osamentas en octubre pasado.
Detalló Mainou que los restos óseos de Aquiles Serdán, al igual que los de su hermano menor, fueron depositados en un contenedor de metal en una segunda exhumación. En el de Aquiles se filtró agua, lo que provocó la disolución y recristalización de los minerales propios del hueso de manera heterogénea en la mayor parte del esqueleto. “Además, hubo pérdida de material óseo en las escápulas, costillas y de muchos otros huesos que se degradaron”.
El cráneo de Aquiles presenta el mayor daño por este fenómeno físico-químico. Debido a su fragilidad y la dificultad para manipularlo, el proceso de conservación se hará dentro del mismo contenedor hasta que se pueda mover sin dañarlo.
El esqueleto de Máximo al igual que los de Carmen y Aquiles, muestra residuos de tejido blando y tierra, lo que le da un tono oscuro, pero está bien conservado. Los restos óseos de Carmen también están bien preservados, pero su estado es frágil porque murió a una edad avanzada.
La intervención también incluirá la restauración de las urnas de plata en las que se encontraban los restos de los héroes revolucionarios.
En la urna en la que descansaban los restos de Aquiles Serdán se halló una botella de vidrio fragmentada con un documento en su interior, el cual también se encuentra totalmente roto, por lo que fue trasladado al taller de papel para ser intervenido por expertas en la materia y poder conocer su temporalidad y si aún conserva algún texto legible, agregó la especialista.
Judith Gómez, especialista en textiles, sostuvo que en el contendedor de Carmen Serdán se encontraron fragmentos de materiales de color verde, que se pensó podrían ser parte de la vestimenta con la que fue enterrada, pero al hacer los primeros análisis se estableció que se trata de un material sintético que podría corresponder al forro de su féretro.
De igual forma, se localizó parte de un escapulario, que parece ser una fibra proteica (probablemente lana), y otros fragmentos de tejido de punto de color rojo, que tal vez formaron parte del atuendo, pero aún se analiza para identificar si corresponden a su indumentaria.
El antropólogo físico Jorge Gómez Valdés Jorge Gómez refirió que trabaja en la descripción de las características generales de los individuos en términos esqueléticos y biológicos, de tal manera que se conozcan las condiciones y la calidad de vida de los sujetos, para después desarrollar estudios puntuales sobre huellas de enfermedades y actividad física. “Por el momento, sólo se ha hecho un inventario de los elementos esqueléticos existentes en las tres urnas y se comenzó la consolidación de los restos óseos de Aquiles Serdán”.
Uno de los sucesos más importantes con el que dio inicio la lucha armada fue la revuelta encabezada por los hermanos Serdán, en la ciudad de Puebla, el 18 de noviembre de 1910, en contra de la reelección del dictador Porfirio Díaz. En la refriega perdió la vida Máximo, el menor de la familia, mientras que Carmen fue encarcelada y Aquiles fue acribillado un día después.
Lucía de la Parra, responsable del área de Conservación del Patrimonio Histórico In Situ de la CNCPC, precisó que no es la primera ocasión en que la coordinación interviene los restos de personajes históricos, en 2010 se atendieron las osamentas de 15 próceres de la gesta insurgente de 1810, que se encuentran en la Columna de la Independencia, y en 2014 se intervinieron los restos óseos de los héroes de Molino del Rey, quienes participaron en la guerra de la primera intervención norteamericana.
Luego de que sean intervenidos los restos de los hermanos Serdán serán trasladados al Museo de la Revolución de Puebla, donde se albergarán de forma permanente.





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