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Con motivo del lanzamiento de su disco "Witness", Perry permitió que se hiciera una transmisión de su vida durante el fin de semana y hasta hoy lunes.
Había cámaras colocadas en su casa y se pudo ver a la intérprete recibiendo un masaje.
El problema fue que al levantar la espalda para mover su micrófono, Perry dejó ver su trasero, tal como se aprecia en fotografías que publicaron medios de Gran Bretaña, como "Daily Mail" y "Daily Star".
Durante la transmisión, llamada "Witness World Wide", la intérprete reveló a un terapeuta que tuvo pensamientos suicidas.
También dijo que estaba dispuesta a olvidar sus problemas con Taylor Swift.
