está viviendo de nuevo sus momentos de gloria como supermodelo posando para marcas de lencería y protagonizando ediciones de revistas.

Recientemente colaboró con la revista Haute Living para aparecer en su reciente portada con una entrevista exclusiva.

Rodó la sesión fotográfica haciendo alarde de su belleza y sensualidad apenas ataviada con prendas de lencería negra y otras glamorosas prendas de diseñador que le ayudaron a destacar la impresionante figura que conserva a los 56 años. 

En su cuenta de Instagram compartió detalles de su reciente trabajo, hecho en Santa Monica Proper Hotel, para el que lució un bralette de encaje y diseño de triángulo, a juego con una pantaleta negra una falda traslúcida de malla y una camisa del mismo color desabotonada.

El segundo look se trató de un bodysuit blanco sin mangas que combinó con un vestido camisero de satén, un cinturón de perlas blancas y zapatillas de tacón de aguja.

Por su parte, el tercer outfit contó con una maxi falda en corte tubo y un blazer que usó al estilo braless.

Dejó que su apariencia al natural hablara por sí sola, lució sus finos rasgos con maquillaje discreto, con labial nude y blush bronceado, mientras su cabello de lució peinado de lado en voluminosos mechones sobre los hombros.

En la edición de noviembre de la revista, Cindy habló sobre la forma en que lleva su vida a los 56 años y sobre los tiempos planificados para cada tarea y trabajo que realiza durante el día toda la semana, así como su obseción de ser “eficiente” y perfecta cada minuto.

“Empecé a trabajar con una entrenadora este año, y una de las cosas de las que me habla es del tiempo. Específicamente, ¿dónde me siento constreñida y dónde me estresa?”, dijo la .

Agregó que ha estado lidiando con una crisis de mediana edad desde que asistió al festival conceptual de Burning Man con su hija Kaia Gerber este año.

“Mi hija y yo fuimos invitadas por un amigo nuestro, en el último minuto, y dijimos, ¿por qué no? Simplemente parecía la cosa perfecta, porque estábamos acompañando a personas que habían estado allí antes, así que no tuvimos que pensar en nada excepto qué empacar, lo cual, por cierto, ya era lo suficientemente intimidante”, dijo.

“Es simplemente salvaje y muy liberador porque estás fuera de ti misma, en cierto modo. No es como, ¡Oh! Mi ropa se ve bien, por lo tanto me siento bien”, dijo sobre su experiencia en el festival.

Agregó que el festival le ayudó a sentirse bien consigo misma y a replantearse los roles que ocupa dentro de su casa, como empresaria y modelo. 

“Creo que es fácil quedar atrapada en estos roles y, como resultado, sentirse introspectiva. Como, ¿quién soy yo? No sé. Tal vez sólo estoy pasando por una crisis de la mediana edad”.

MA

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