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El joven realizador se niega a verse como un consentido de Cannes, le gusta más definirse como un afortunado de que a los realizadores del certamen les llame la atención lo que él hace.
“Cannes tiene muchos consentidos porque a lo largo de su historia muchos han sido los que han ido y otros tantos han ganado, pero son muy pocos los que tenemos la oportunidad de regresar y en mi caso que será la cuarta vez, es algo que valoro mucho. Sé que cada película se tiene que ganar su lugar, no porque a tu anterior filme le fue bien en automático recibirán bien al nuevo, cada película es como si fuera tu primera película”, indicó.
Pese a sentirse halagado por la distinción de regresar de nueva cuenta al encuentro fílmico francés —en 2012 ganó Un Certain Regard por “Después de Lucía” y en 2015 ganó Mejor Guión por “Chronic”—, Franco mantiene su postura de buscar hacer largometrajes para el público y no para la crítica.
“Siempre están las ganas de que cada película le guste a la gente y en mi caso, más que querer que las películas gusten a la crítica especializada quiero que lleguen al público y en particular al mexicano, siempre que hago una película lo hago pensando en qué es lo que a mí me gustaría ver en el cine”, detalló.
El joven mexicano no se explica qué es lo que le llama la atención a la crítica francesa de su trabajo, pues aunque pareciera que ha encontrado la fórmula para figurar en el certamen, él insiste en que “un trabajo honesto” es lo único que hace en cada uno.
“No sé si Cannes busca los temas o la forma en que se filma o una combinación de ambas. Creo que le importa que los directores tengan algo que contar y tengan un público, no sólo buscan el cine de arte como muchos creen, tienen que ser películas que conecten”, añadió.
Tras asistir a Cannes, Michel estrenará en México “Las hijas de Abril” durante la primera quincena de junio próximo.
