está celebrando su aniversario de bodas con el multimillonario Francois-Henri Pinault, y en redes sociales compartió algunos de los recuerdos del gran día.

En su cuenta de Instagram, la actriz compartió una foto en la que aparece arreglándose para su boda ataviada con lo que parecer ser uno de los vestidos que usó, diseñado con corsé strapless de atrevido escote.

Para una segunda foto, Salma presumió dos vestidos de lujo que usó, ambos de un estilo similar, con falda de princesa y top corsé con marcado escote en V.

La tercera foto la muestra en plena ceremonia con Pinault, ambos dándose en sí en el altar.

Salma aparece en las fotografías luciendo bella y joven, con maquillaje en tonos naturales y labial rosado; su cabello peinado en un moño alto con su velo.

“No hay palabras para explicar la bendición de encontrar a tu alma gemela. Para todos los que la encontraron, nunca lo tomen por sentado Para todos los que no lo han hecho, nunca se rindan #tbt a uno de los mejores días de mi vida”, escribió en el pie de foto.

Salma y el magnate francés se casaron en Venecia, Italia en 2009, luego de que se comprometieran en 2007 y le dieran la bienvenida a su hija Paloma ese mismo año.

Desde que la pareja se casó, los críticos han insinuado que Salma le debe su riqueza de casi $200 millones de dólares a su esposo, quien tiene una fortuna de $7 mil millones de dólares gracias a sus múltiples negocios en el mundo de la moda.

La familia Pinault es dueña del conglomerado de lujo Kering, que dirige empresas como Gucci, Yves Saint Laurent, Puma y más.

“Cuando me casé con él, todo el mundo dijo: ‘Oh, es un matrimonio arreglado. Ella se casó con él por dinero’. Yo estaba como, ‘Sí, lo que sea. Piensa lo que quieras. Quince años juntos’. Y somos fuertes en el amor, y ni siquiera me ofende”, dijo la en una entrevista.

En una entrevista que le dio a la revista Glamour el año pasado, la veracruzana habló sobre su boda con Pinault y reveló que “no tuvo otra opción” que casarse con el magnate cuando la llevaron a un juzgado como parte de una sorpresa previo a la boda en Venecia.

Según lo que contó, tenía fobia al matrimonio, por lo que sus familiares, amigos y el propio Henri la llevaron al juzgado sin avisarle.

“Ni siquiera sabía que me casaría ese día. Fue como una intervención. Creo que nunca conté esta historia”, dijo.




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