El director estadounidense de cine Tim Burton emergió este martes de la densa niebla que abrazaba a una de las capillas del Panteón Civil de Dolores, el más grande de México, para ofrecer una clase magistral a decenas de seguidores que vinieron de todo el país a ver, en medio de una tarde lluviosa, a uno de los mejores exponentes del terror gótico de este siglo.
"Bienvenidos a mi nueva casa", afirmó el cineasta con los zapatos empapados de la misma tierra que resguarda en sus profundidades los restos de artistas mexicanos como Diego Rivera, José Clemente Orozco o David Alfaro Siqueiros, en la mítica Rotonda de las Personas Ilustres.
Mientras de fondo se escuchaba la voz del actor Johnny Depp con el tema 'Pretty Woman', una de las canciones del musical Sweeney Todd (2008), el realizador confesó su gusto por pasear por los cementerios bien sea de día o de noche.
"Siempre encontré los cementerios como lugares pacíficos y creativos, son sitios donde podía ir a pensar ideas. Al mismo tiempo son emocionantes, tranquilizantes y espirituales. Además, han tenido mucha fuerza en mi vida creativa", subrayó el cineasta, quien de joven tenía el hábito de rondar por el cementerio de Valhalla Memorial Park en Burbank (California), su lugar de nacimiento.
Con 31 premios y 80 nominaciones por su trayectoria fílmica a nivel internacional, un listado que todavía no incluye ningún Óscar, Burton se describe así mismo como un ser silencioso que durante su infancia encontró en la figura del "monstruo" una forma de comprender su propia sentimentalidad.
"Me identificaba con los monstruos porque suelen ser las criaturas más emotivas en las películas (...) Los aldeanos enojados en Frankenstein eran personas sin rostro, mientras que los monstruos son más emotivos e incomprendidos", señaló el autor de personajes grotescos con problemas reales como 'Beetlejuice' o 'Edward Scissorhands'.
En esta clase magistral adentrada en una de las partes del bosque de Chapultepec de la Ciudad de México, el artista de 66 años, que encontró su lugar en el cine de terror clásico del productor Robert Corman y del mítico villano, el actor Vincent Price, relató que el dibujo lo enamoró desde el primer instante porque con ello pudo expresarse por primera vez.
“De niño me encantaba dibujar, y creo que a todos los niños les gusta. En mi caso, seguí haciéndolo, aunque no se me diera muy bien, simplemente me ayudaba a expresarme. Descubrí que dibujar era, en gran medida, una forma que me ayudaba a pensar en ideas y a expresarme, porque, de niño, no hablaba mucho”, resaltó.
Burton no solo continuó dibujando sino que su arte encontró lugar en Disney -un espacio al que dijo "no regresaría"- y en los museos más importantes del mundo, y de México, como lo hizo en 2017 con la exposición 'El mundo de Tim Burton', en el Museo Franz Mayer. Ahora con 'El laberinto', una muestra que abrirá al público el 26 de junio en la capital mexicana.
Sobre este próximo montaje, mencionó que es "diferente" porque representa el camino de su proceso creativo, desde el dibujo y en todo lo que éste puede transformarse, como "los fragmentos de la mente" que de pronto se convierten en un personaje.
Con una muestra de más de 200 obras originales y réplicas de material utilizado en sus largometrajes, 'El laberinto' llega a México, un país que define como "encantador" y, al mismo tiempo, distinto por su conexión tan abierta con la muerte, una descripción que podría caber en casi cualquier personaje del universo 'burtoniano'.