La pandemia por coronavirus evidenció y potenció el alza de problemas de . Al estar confinados en sus hogares, uno de los sectores más afectados fue el de los niños.

Unicef anota que, incluso antes de la pandemia, demasiados niños y jóvenes llevaban la carga de las condiciones de salud mental sin apoyo.

“En América Latina y el Caribe, se estima que el 15% de los niños y adolescentes de 10 a 19 años (alrededor de 16 millones) viven con un trastorno mental diagnosticado. Eso es más alto que el promedio mundial de alrededor del 13 por ciento”, anotan.

Además, el suicidio es la tercera causa de muerte entre los adolescentes de 15 a 19 años en la región. Lamentablemente, muchos niños y jóvenes no reciben apoyo de sus padres y muchas veces ellos son la causa de sus problemas.

publicó la importancia de reconocer conductas tóxicas y abusivas de los padres. Admiten que no es sencillo, pero permitir que se repliquen puede resultar peligroso.

La psicóloga Chivonna Childs enlista 5 maneras de identificar a un padre que hace daño.

1) Comportamiento egocéntrico

Cuando el padre sólo se centra en sus necesidades y no procura las de su hijo. Si bien los padres tienen derecho a una vida fuera de las actividades parentales, hay quienes se olvidan de que sus hijos necesitan cuidados, apoyo económico y acompañamiento psicológico.

2) Abuso físico

Para la psicóloga Childs, los golpes, nalgadas y otras formas de violencia física son un abuso desproporcionado e injustificado hacia cualquier acción que haya cometido un niño. Los adultos aprovechan su superioridad física para imponerse.

3) Abuso verbal 

Las palabras no son menos dañinas que los golpes. Un comportamiento abusivo de los padres es gritar, insultar y culpar a sus hijos. Puede tener un efecto devastador en los niños a corto y largo plazo.

4) Culpar a los hijos

Chivonna Childs dice que culpar a un por problemas que escapan de sus acciones es otra forma de comportamiento tóxico. Especialmente cuando los culpan por problemas maritales y lo recriminan constantemente.

5) Manipulación 

“Es una forma extrema para que los padres siempre obtengan lo que quieren”, anota. También es una incapacidad de respetar límites. A menudo se presenta cuando los hijos van creciendo.

Cleveland Clinic agrega que una paternidad tóxica es un laberinto sin salida para un niño, pues no puede irse a vivir solo. Además hay efectos negativos a largo plazo porque los niños creen que ese comportamiento es normal hasta los 5 o 6 años.

“Estos son comportamientos aprendidos que podemos seguir perpetuando en otros, así como en nuestros propios hijos. Si te criaron pensando que el comportamiento tóxico es normal, entonces pensarás que así es como se supone que debes comportarte con tus hijos también”, anota.

“Si no entendemos cómo tratar a las personas y cómo mantener relaciones recíprocas, donde hay un toma y daca, entonces también puede extenderse más allá de su familia", agrega.

Lidiar con padres tóxicos es muy difícil cuando se es un niño porque no hay círculo más cercano que ellos. Pero los especialistas recomiendan a los adultos tomar terapia para procesar sus emociones y romper el ciclo.

Una vez que se reconocen los abusos es imperante poner límites y, si es necesario, también distancia.

“Tienes que reconocer que esto no es tu culpa y que puedes cambiar, puedes trabajar para ser mejor y ser la persona que realmente quieres ser”, dice Childs.

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