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Si bien el suele ser catalogado como un periodo de cuidados excesivos, atención médica constante y de descanso prolongado para prevenir peligrosas enfermedades, dolencias o accidentes que afecten al bebé y a la madre, los especialistas aseguran que es un buen momento para que las mujeres se mantengan activas, especialmente con ejercicio.

De acuerdo con datos de la, la actividad física durante la gestación ayuda a las madres a mantenerse en forma y a prepararse para la labor de parto y el nacimiento.

Beneficios 

Entre otros beneficios que señalan los especialistas se encuentra la de aumento de peso, disminuye el riesgo de diabetes gestacional, reduce los riesgos de parto por cesárea y ayuda a controlar molestias comunes del embarazo, tales como dolores de espalda, estreñimiento e hinchazón.

Así mismo es un factor importante para aumentar el estado de ánimo y los niveles de energía aún durante el periodo de posparto.

Hacer <span >ejercicio</span> es seguro a menos de que la madre padezca alguna enfermedad cardíaca o pulmonar, desarrolle preeclampsia o presión arterial durante el embarazo, tenga problemas cervicales, sangrado vaginal continuo en el segundo y tercer trimestre o tenga problemas de placenta, asegura Mayo.

¿Qué tan activa puede ser la madre?

El (ACOG por sus siglas en inglés) recomienda hacer un plan basado en actividad moderada durante 20 y 30 minutos, durante tres o siete días por semana durante los nueve meses de gestación, no obstante, esta rutina puede aumentar de forma gradual en cuanto a intensidad o por tiempo, todo depende de las recomendaciones del proveedor de atención médica personal.

Mayo lanza estas pautas según la condición física de las mujeres antes de la concepción:

Si la madre no ha hecho ejercicio por un tiempo: Comenzar con 10 minutos de actividad al día, aumentar a 15, 20 hasta llegar a los 30 minutos por día.

Si la madre ha hecho ejercicio antes del embarazo: Continuar con el ejercicio bajo la supervisión del médico.

Tipos de ejercicios sugeridos

Las mejores y más sencillas rutinas llegan a incluir caminatas ligeras, natación, bicicleta estacionaria, ejercicios aeróbicos de bajo impacto, yoga, pilates y carreras de corta distancia.

Por su parte es necesario que las nuevas madres eviten deportes de contacto como futbol, baloncesto o hockey; actividades que puedan originar caídas o impactos como el esquí, surf o gimnasia.

Mayo dice que se deben evitar ejercicios a gran altitud o que requieran acostarse boca arriba después del primer trimestre.

La actividad física debe detenerse de inmediato y buscar asesoría médica en caso de que las madres presenten sangrado vaginal, mareos, dolor de cabeza, falta de aliento antes de comenzar la rutina, dolor de pecho, sufran de contracciones uterinas dolorosas, dolor o hinchazón en la pantorrilla o debilidad muscular que afecte el equilibrio.

Un embarazo sano siempre se puede complementar con una cuidados y atención médica constante, si estás embarazada, no dudes en consultar con tu médico las posibilidades y la condición que tienes para crear una rutina de ejercicio.

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