TE RECOMENDAMOS

Un estudio sacó la conclusión de que los niños que comen dulces tienden a pesar menos de los que no los comen. Sin embargo, dicha investigación fue financiado por una asociación empresarial que representa a los fabricantes de los chocolates Butterfingers, Hershey y Skittles.

A decir de la agencia estadounidense, las conclusiones fueron publicitadas por la asociación aun cuando uno de los autores del documento no tenía mucha confianza en él. Incluso AP tuvo acceso a varios correos de una investigación de universidades sobre cómo las empresas de alimentos influyen en las actitudes y opiniones colectivas hacia la alimentación sana.

A decir de dicha agencia, una de las tácticas más potentes de la industria es el financiamiento de estudios sobre nutrición que conllevan legitimidad académica, pasan a ser parte del historial científico y suelen generar noticias.

Las compañías aseguran que se atañen a lineamientos estrictos para que los estudios mantengan su integridad científica y muchos académicos consideran la colaboración corporativa como necesaria para adelantar fines científicos. Los críticos, por su parte, temen que los estudios se usarán con fines mercantilistas.

El estudio sobre los niños que comen golosinas se derivó de una base de datos oficial de sondeos en que se le pregunta a la gente qué comieron en las últimas 24 horas. Los datos “podrían no reflejar la ingestión rutinaria” y “no se puede trazar una relación directa causa-efecto”, advirtieron los autores.

Sin embargo, el comunicado de prensa emitido por la asociación de empresas de golosinas no mencionó nada de eso. Más bien asevera: “Nuevo estudio demuestra que niños y adolescentes que comen golosinas tienden a tener menos incidencia de sobrepeso u obesidad”.

Desde 2009, los autores de ese estudio sobre las golosinas han escrito trabajos para otras empresas como Kellogg's, o para asociaciones empresariales del sector de carnes o de jugos de frutas. Los co-autores de O’Neil eran Theresa Nicklas del Baylor College of Medicine y Victor Fulgoni, ex ejecutivo y consultor de Kellogg's, cuyo sitio web lo presenta como promotor de “afirmaciones convincentes y científicas de diversos productos”.

Marion Nestle, profesor de nutrición de la New York University, estimó que a diferencia de otras investigaciones, estos estudios “pueden ser usados para fines de mercadeo”.

Los correos electrónicos muestran cómo los intereses financieros pueden motivar a los científicos. En 2010, Nicklas dijo que decidió abstenerse de asistir a una conferencia de General Mills porque no quería “poner el peligro” una propuesta que ese grupo iba a plantearle a Kellogg's.

En un aparte del estudio sobre las golosinas, se advierte que los patrocinadores no tuvieron rol alguno en la redacción del documento, pero correos electrónicos de la universidad muestran que la Asociación Nacional de Fabricantes de Dulces hizo algunas sugerencias.

También te puede interesar:

Google News

TEMAS RELACIONADOS