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Los anuncios de las bebidas altamente azucaradas casi siempre nos presentan momentos de felicidad asociados a su consumo.

Sin embargo, no es secreto que su consumo excesivo está ligado al sobrepeso, obesidad, diabetes 2, enfermedades del corazón, del hígado, caries y deterioro dental, por mencionar, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).

Y lo dulce de las bebidas azucaradas proviene de diversas fuentes: azúcar morena, edulcorantes artificiales, sucrosa, maltosa, entre otros productos.

El pediatra alemán Robert Lustig, quien es profesor en la Universidad de California en San Francisco, sostiene en su libro “Brainwashed” (en alemán) las compañías no dejan nada al azar a la hora de planear una estrategia publicitaria para enganchar a los consumidores.

“Cada anunciante está manipulandonos, ese es su objetivo”, dijo Lustig a Business Insider de Alemania.

“Las corporaciones no distinguen activamente entre los términos de ‘placer’ y ‘alegría’. Esto les permite vender productos adictivos mientras los consumidores son llevados a creer que están comprando felicidad, aun cuando en realidad están comprando placer”, afirmó.

Lustig, quien es neuroendocrinólogo, ha investigado ampliamente el efecto del azúcar en el cuerpo humano.

Entre sus libros figuran “Fat Chance: Beating the Odds Against Sugar, Processed Food, Obesity, and Disease” (2013) y “The Hacking of the American Mind: The Science Behind the Corporate Takeover of Our Bodies and Brains” (2017).

En este último libro, Lustig explora cómo las corporaciones manipulan los procesos químicos en el cerebro humano.

Lustig sostiene que el azúcar es tan adictiva como el alcohol, la cocaína y la nicotina; y que además es la más barata de las sustancias intoxicantes.

Entonces, poner azúcar es un producto es una forma de hacer que el consumidor vuelva a consumirlo.

El científico puso como ejemplo el video de la canción “Happy” de Pharrell, en el cual el cantante baila feliz en un pasillo de supermercado lleno de dulces.

Y como consejo para luchar contra estos mensajes subliminales, Lustig recomienda incrementar los niveles de serotonina, un neurotransmisor natural que estabiliza el ánimo.

Esto se logra entrando en contacto con otras personas, la interacción en persona.

“Pero no puede ser a través de las redes sociales, tiene que ser cara a cara”, enfatizó claramente el médico.

Visita nuestra galería para conocer el nivel de azúcar en algunas bebidas del mercado

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