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Furioso, el río Blanco de una población en Texas llamada Wimberley, irrumpió en medio del recibidor de una casa llevándose la puerta principal de un empujón, arrancándola del marco como si estuviera hecha de papel y haciendo volar las bisagras qué la sujetaban.
Todo esto a consecuencia de las inundaciones sin precedente que han sufrido recientemente los estados de Texas y Oklahoma.
En el vídeo se escucha a Sarah Pérez la ocupante de la casa gritando desde el segundo piso “¡Oh no!”.
El torrente de agua agitada color café creó un remolino que se tragó las sillas y las mesas. La señora Pérez le pregunta desesperada a su esposo si debe llamar a emergencias y él le respone que no tiene caso pues no podrán llegar hasta acá.
Afortunadamente, como en una película o programa de televisión la luz de una linterna del exterior portada por un bombero iluminó el interior de la casa de los Pérez.
"Vimos un grupo de bomberos acercarse con dos camiones y una lancha", cuentan los Pérez. Los bomberos habían venido a asistir a un vecino de la tercera edad. Al oírlos y verlos el hermano del señor Pérez les silbó para llamar su atención. En medio de la obscuridad se llevó acabo el rescate de la familia Pérez y todos salieron ilesos.
Vive USA comparte el video, publicado previamente en la plataforma de contenidos YouTube.
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