El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, anunció este viernes que reforzará la presencia de la Guardia Nacional en los aeropuertos del estado con el objetivo de implementar nuevas medidas de control de acceso a la región y evitar la llegada de personas contagiadas con el coronavirus de cara a las Navidades.

"Quiero que la gente sepa que esto es en serio", dijo Cuomo en una llamada con la prensa, en la que explicó que los efectivos tendrán la misión de comprobar que todo aquel que llegue a un aeropuerto de Nueva York ha dado negativo en una prueba de coronavirus, la cual los pasajeros deberán hacerse antes de viajar hacia la zona. 

 "La gente no debería aterrizar aquí si no tiene una prueba al llegar de que ha dado negativo en un test", aseveró. 

Se trata de un cambio de rumbo en las medidas implementadas en Nueva York para tratar de impedir que lleguen a la zona personas infectadas, ya que hasta hace una semana el estado simplemente requería a los viajeros internacionales y a los procedentes de la gran mayoría de los estados del país que se confinaran durante 14 días después de su llegada.

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Ahora, no solo deberán presentar pruebas negativas de coronavirus al aterrizar, sino que tendrán que hacerse otro test 4 días después de llegar a Nueva York. 

Cuomo afirmó asimismo que todo aquel que no cumpla con las normas deberá obligatoriamente permanecer en cuarentena, y subrayó que tanto las autoridades de los aeropuertos como las aerolíneas ayudarán en la implementación de las medidas.

El anuncio del gobernador neoyorquino se produce después de un constante aumento de casos de coronavirus en el estado de Nueva York en el último mes, y la localización en los últimos días de nuevas zonas de brotes en barrios de la Gran Manzana, especialmente en Staten Island.

"Obviamente estamos en una fase distinta con la covid", afirmó Cuomo este viernes. "Hemos estado hablando de ello durante semanas pero ahora tenemos que admitirlo. Las cifras están cambiando por todo el mundo, por todo el país. El reto para nuestro estado es gestionar el aumento", agregó. 

Este jueves, Nueva York informó de 3.000 nuevos casos de coronavirus, el número diario más elevado desde hace meses.

En la ciudad de Nueva York, esa cifra se situó en 700, por encima de la barrera de los 550 establecida por el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, para dar la voz de alarma.

En la Gran Manzana, el porcentaje medio de la última semana de casos positivos es del 1,93 %, por lo que De Blasio ha afirmado que, de alcanzar el 2 %, se plantea suspender el permiso que tienen los bares y restaurante de recibir a clientes en el interior de los establecimientos a un 25 % de su capacidad.

"Ahora realmente nos amenaza una segunda ola en la ciudad de Nueva York", dijo a los medios locales este viernes el alcalde, que un día antes había subrayado dos áreas de Staten Island que ya se consideran zonas de nuevos brotes. 

Estados Unidos alcanzó ayer la cifra de 9.600.324 casos confirmados del coronavirus SARS-CoV-2 y la de 234.876 fallecidos por la covid-19, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.

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