Antiguos empleados franceses, estadounidenses y brasileños de McDonald's denunciaron este miércoles en el Parlamento Europeo el acoso sexual sufrido mientras trabajaban en la cadena de comida rápida.

Durante un evento organizado por los grupos socialdemócrata y de la izquierda, la brasileña Jessica Carriel aseguró que los seis meses durante los que trabajó en McDonald's fueron "los peores de su vida", pues sufrió acoso sexual, moral y humillaciones.

Explicó que su superior usaba apodos para referirse a ella y también le obligaba a "hacer las peores partes del trabajo", como tener que salir cuando llovía.

Además, le enviaba imágenes de sus genitales y le decía que si no practicaba sexo con él no podría ascender en la empresa.

Jessica Carriel indicó que también tuvo problemas con la empresa cuando pidió ausentarse de su puesto de trabajo porque su madre estaba ingresada en el hospital con coronavirus.

También en Brasil, Gabriel Milbrat trabajó en McDonald's durante un año y nueve meses, un periodo "de homofobia, racismo y acoso".

"Lo peor era el acoso sexual", afirmó el joven, quien añadió que "soñaba" con empezar su carrera profesional en la cadena de comida rápida porque es "una empresa que da oportunidades de tener su primer empleo a jóvenes".

Relató que el primer día de trabajo ya fue víctima de racismo por parte de su jefe y un tiempo después comenzó a tratarle de manera homófoba.

En cualquier caso, subrayó que lo que le llevó a dejar el empleo sucedió durante la pandemia del coronavirus, cuando un día se quedó dormido en la pausa para comer en el vestuario y, al despertar, su superior estaba eyaculando sobre él.

Milbrat agregó que, igualmente, le obligaron a recoger condones usados en el baño del restaurante y cuando pidió guantes para hacerlo le dijeron que no los había.

En Francia, Mathilde, de 23 años, sufrió acoso moral y sexual mientras trabajó en McDonald´s.

Asimismo, indicó que a una compañera de trabajo el encargado del restaurante le pidió imágenes de esta camarada desnuda.

"Imagínate, tienes diecinueve años, es tu primer trabajo y cuando pides una información te responden: te lo digo solo si me tocas el sexo. Es lo que he vivido", comunicó Mathilde sobre su experiencia en la empresa.

Dada la situación que sufrían, ella y sus compañeras iniciaron una huelga para exigir tanto que despidieran al agresor como que la dirección dejara de acosarlas moralmente, pero el acoso moral se expandió y la compañía les reprochó que avisaran a la prensa, aseguró.

"En McDonald´s se usa más energía para sancionar a las víctimas que para protegerlas", denunció.

Aseguró que finalmente la cadena de comida rápida la despidió porque había dado "me gusta" a un comentario crítico publicado en Facebook, mientras que a los demás organizadores de la huelga les presionaron para dimitir.

No obstante, Mathilde ha puesto en marcha un caso judicial contra McDonald´s por despido improcedente, acoso moral y acoso sexual.

En la ciudad estadounidense de Nueva Orleans, Tania Harrell trabajó en la firma, donde sufrió acoso sexual, y hoy aseguró que quiere ver "cambios" en la compañía estadounidense.

Explicó que cuando sufrió acoso en la empresa, se sintió "indefensa" y "asustada de hablar" en un primer momento, si bien después, tras pensar en sus hermanas pequeñas, decidió dar un paso adelante.

Reconoció que la falta de sindicatos en McDonald´s deja a los empleados con una "baja protección".

"Los encargados no nos animan a hablar de acoso sexual", afirmó, y dijo que, en cambio, les instan a callar, a mantener "un perfil bajo" o a evitar a los acosadores.

La secretaria general del sindicato IUF, Sue Longley, declaró que el acoso sexual está más extendido en la agricultura y la hostelería, en especial, en la comida rápida, por motivos como la escasa presencia de sindicatos o los abundantes contratos temporales.

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