La construcción de los primeros cinco búnkeres en la frontera de Estonia con comenzó la semana pasada, como parte de la creación de la conocida como Línea de Defensa Báltica, según informó este miércoles el Centro Estonio para Inversiones en Defensa.

En la próxima fase, que se extenderá a lo largo de los próximos meses, se levantarán otros 23 búnkeres, mientras que está previsto que hasta finales de 2027 se hayan instalado en el noreste y sudeste del país báltico un total de 600 refugios subterráneos.

Según un comunicado, también comenzará en un futuro próximo la construcción de un primer tramo de 3,4 kilómetros de una trinchera antitanques, que una vez alcanzada toda su extensión tendrá 40 kilómetros de largo.

El teniente coronel de las Fuerzas de Defensa de Estonia Ainar Afanasjev señaló la importancia de seleccionar de forma cuidadosa el emplazamiento de los búnkers y las trincheras, de forma se adapten a los planes defensa del Ejército y a las características del terreno.

"Es esencial que estas decisiones están bien pensadas y que se coordinen con las unidades", declaró.

Además, Afanasjev agregó que el propósito primario de los búnkers es proteger a los soldados estonios ante los impactos directos de la munición de artillería de 152 milímetros que usa el Ejército ruso, en el caso de una hipotética confrontación militar con el país vecino.

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