Para parece ser normal suspender su cuenta de Instagram continuamente para desintoxicarse un poco de los comentarios negativos que recibe, e incluso odio, por parte de los internautas.

Sin embargo, para sus fieles fanáticos es una razón para sospechar que algo anda mal con la cantante y que es una señal de que podría estar en peligro. 

Tal preocupación ha hecho que los mismos fanáticos soliciten ayuda policiaca para cerciorarse de que la cantante está bien y a salvo.

Tras la desaparición de su cuenta de Instagram durante el mediodía del miércoles, los fans se comunicaron con la Oficina del Alguacil del Condado de Ventura, en California, para alertarlos de que algo grave le podría estar pasando, según reportó .

Los agentes le dijeron al medio que fueron a la propiedad de $11.8 millones de dólares, que Spears compró después de su boda, para investigar las preocupaciones de los fanáticos. “No había razón para creer que estaba en peligro”, señalaron las autoridades.

No se sabe si hablaron directamente con la cantante, con su esposo Sam Asghari o con alguna persona cercana a la celebridad, pero determinaron que Britney estaba sana y salva en su propiedad.

Tras la inesperada visita, Britney quedó enojada con los fanáticos por haber enviado a los policías, aunque entendía que actuaban desde el cariño que le tienen.

Asimismo, se informó que eliminó su cuenta debido a la lluvia de críticas que le hacen sus desertores en los comentarios de Instagram. De hecho, antes de la eliminación había enviado un mensaje exponiendo a los trolls en línea

“¡Sigue hablando mierda o tal vez solo lloverá del cielo! Darle a alguien que amo mi todo sólo me da el puñal en el corazón! Entonces, en este punto... te sirvo generosamente mi mierda... come mi mierda”, escribió la intérprete de Baby One More Time. 

Por comentarios como estos, además de comportamientos extraños e incluso erráticos a ojos de sus fanáticos, incluidas las más de siete veces en el último año que borró su Instagram, Britney ha levantado la preocupación de sus seguidores.

Recientemente dio de qué hablar por su comportamiento en un restaurante en Los Ángeles.

Britney reaccionó negativamente cuando un grupo de fanáticos trató de tomarle fotos a ella y a su esposo en el restaurante JOEY de Woodland Hills y después fue captada abandonando el lugar furiosa.

En una publicación hecha en Instagram, la cantante afirmó que había tenido un “derrame maníaco” en el restaurante alegando que todo se debió a que estaba “borracha”.

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