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Tener suficientes vitaminas en nuestro cuerpo es necesario para su buen funcionamiento. La vitamina A, por ejemplo, mantiene la salud ocular y la piel sana.
Se obtiene al comer frutas y verduras que contengan carotenoides. La presencia de alimentos con carotenoides se puede identificar por su color anaranjado, como zanahorias, calabazas y papayas.
Otros nutrientes en la vitamina A son el licopeno, la astaxantina, zeaxantina y luteína en frutas y verduras de color rojo y amarillo, así como en verduras de hoja verde, huevos, camarones y salmón. Come sandía, guayaba, toronja y tomates.
La especialista Melissa Young dice a Cleveland Clinic que si no se obtiene suficiente Vitamina A se pueden desarrollar síntomas como ceguera nocturna, piel seca y escamosa alrededor de los ojos, cabello áspero e infecciones respiratorias.
“Las deficiencias de vitamina A son más comunes en algunas partes del mundo que en otras. Esto se debe a muchos factores, incluida la inseguridad alimentaria, las infecciones gastrointestinales frecuentes causadas por un saneamiento de agua deficiente, el acceso inadecuado a la atención médica y una alta prevalencia de sarampión, lo que puede causar que la vitamina A se pierda en la orina”, añade Cleveland Clinic.
¿Cuánto se debe tomar de vitamina A?
Pero, si bien es importante tener vitamina A, no se debe abusar de su consumo en suplementos alimenticios porque el cuerpo no excreta excesos. La cantidad diaria recomendada para hombres adultos es de 900 MCG REA o 3000 unidades internacionales. Para mujeres adultas, la dosis diaria recomendada es de 700 mcg RAE, o 2330.
Si se rebasa esta cantidad, las personas pueden experimentar toxicidad por vitamina A: aguda y crónica, cuyos síntomas incluyen dolor de cabeza, erupción, somnolencia, irritabilidad, dolor de estómago, náuseas y vómitos.
En los peores casos, la toxicidad crónica por vitamina A ocurre cuando se toman 10,000 unidades internacionales por día durante un período prolongado. Los síntomas incluyen: fuertes dolores de cabeza con presión en el cráneo; cabello escaso, áspero y alopecia de las cejas; piel seca, áspera, con picazón (prurito) y labios agrietados, así como hígado agrandado.
El exceso de vitamina A en niños puede provocar desde pérdida de apetito hasta anorexia, dolor en las articulaciones y crecimiento óseo lento.
