Un militar veterano que participó en el estadounidense con una pistola cargada, chaleco antibalas y máscara antigás fue sentenciado el miércoles a siete años de cárcel, una de las penas más largas para los involucrados en la revuelta contra la sede legislativa.

Christopher Michael Alberts no fue acusado de portar un arma oculta durante los sucesos del 6 de enero de 2021. Pero usó una tabla de madera como garrote improvisado contra los policías que protegían las gradas en las afueras del Capitolio, según fiscales federales.

Alberts dijo al juez Christopher Cooper que estaba tratando de proteger a otros en las afueras del Capitolio cuando la policía usó gases lacrimógenos y municiones no letales para dispersar a la turba.

“Yo no estaba tratando de hacerle daño a nadie”, insistió Alberts. “Lo único que quería es que acabara todo”.

Cooper le dijo a Alberts que él fue uno de los líderes de la turba ese día.

“Usted no fue simplemente un espectador”, expresó el magistrado.

Alberts, exmiembro de la Guardia Nacional de Virginia que vive en Maryland, estuvo seis horas en los predios del Capitolio el día de la insurrección. Iba armado con una pistola 9 milímetros cargada y llevaba un cargador adicional.

Alberts fue el primero de los revoltosos en llegar a las gradas en el noroeste del Capitolio y el primero en combatir directamente con un miembro de la policía legislativa en esa área del complejo, dijeron fiscales.

“Alberts, con su blindaje, máscara antigás, equipo militar y rabia, arengó e instigó a la turba”, escribieron los fiscales en el expediente.

Cooper también sentenció a Alberts a tres años de libertad vigilada una vez concluya su sentencia de prisión. Los fiscales pidieron que Alberts sea confinado inmediatamente, pero el juez permitió que salga en libertad y que se presente en la prisión en una fecha aún no determinada.


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