México tiene una de las ciudades más “adictas” al famoso . Por lo general, en el estado de Chiapas el agua potable es un lujo escaso y costoso, ante esta realidad, gran parte de la población ha sustituido el agua por el consumo crónico de Coca-Cola, convirtiéndola en parte esencial de su vida diaria.

Específicamente, en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, gran parte de los habitantes consumen hasta dos litros de refresco al día, lo que equivale a más de 800 litros al año, según una investigación realizada por el Centro de Investigación Multidisciplinaria de Chiapas y la Frontera Sur.

El logo y el color rojo característico de esta bebida se encuentra en cada tienda, mercado y calle de la ciudad, incluso se dice que las familias ya han aprendido a reemplazar bebidas básicas como el agua o la leche, esto en el caso de los bebés, con este refresco.

Cerca de San Cristóbal, en el pueblo de San Andrés, la Coca es considerada “oro líquido”, y es parte de los rituales tradicionales del lugar; los chamanes lo utilizan en ceremonias religiosas y se cree que el refresco tiene propiedades curativas.

De acuerdo con las investigaciones que se han hecho en torno a esta bebida, la crisis de consumo se debe a otra crisis aún más grave: la falta de agua potable en todos los hogares.

Se estima que el agua llega a gran parte de las comunidades chiapanecas, incluido el pueblo de San Andrés, con muy poca frecuencia a la semana o definitivamente no llega. El hecho de que las familias no tengan acceso al agua, las obliga a consumir bebidas industrializadas como la, que incluso llega a ser más barata que las botellas de agua.

A la crisis se une que Femsa, empresa que produce y distribuye Coca-Cola en América Latina, tiene permiso para extraer más de 1,3 millones de litros de agua diarios, mientras las comunidades locales luchan por conseguir agua potable para uso básico.

Esta dependencia al refresco y falta de agua ha desencadenado una crisis de salud sin precedentes en Chiapas. Los informes apuntan que las tasas de obesidad y diabetes tipo 2, enfermedades vinculadas al consumo excesivo de bebidas azucaradas como la Coca-Cola, se han disparado en los últimos años; en toda la entidad se estima que la diabetes es la segunda causa de muerte, solo detrás de las enfermedades cardíacas.

Por su parte, México es uno de los países con mayor obesidad infantil en América Latina, según UNICEF. Las bebidas azucaradas y la comida chatarra y ultraprocesada representan el 40% de las calorías diarias que consumen los niños, y un tercio de ellos padece sobrepeso u obesidad.

A pesar de que la Coca-Cola se ha convertido en un en Chiapas, su consumo sigue creciendo, impulsado por la falta de agua, la tradición cultural y el poderoso alcance de la industria refresquera a la que se le acusa de extraer el agua potable y desatar más crisis sociales y de salud.

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