Como si se tratara de una película de terror: se afirma que la reina Isabel II llegó a participar en una ceremonia espiritual, dentro de su finca de Sandringham, por la supuesta presencia de un ente extraño, que algunos creyeron que se trataba del fantasma de la princesa Diana. ¿Esto fue real? A continuación te decimos lo que se comenta.
Según afirmaciones del biógrafo real Robert Hardman, la monarca ordenó dicha ceremonia en su finca histórica luego de que el personal se reportara sentirse intimidado por sucesos inexplicables en el cuarto donde falleció su padre, el rey Jorge VI, en 1952.
Hardman reveló que la ceremonia no se trató de un exorcismo tradicional, ya que no hubo expulsiones ni rituales dramáticos como se cree ocurre en este tipo de prácticas debido a la infleuncia hollywoodense, sino que se trató de una bendición del lugar hecho por un párroco de la iglesia anglicana.
De acuerdo con los informes, el ritual incluyó oraciones especiales y la administración de la Sagrada Comunión en el dormitorio que alguna vez fue del antiguo rey, con el objetivo de traer calma y paz espiritual al lugar y a los empleados que comúnmente entraban.
"No fue un exorcismo convencional. No hubo una expulsión dramática de demonios, como se ve en las películas", detalló el autor.
"Se decía que en la habitación había un espíritu perturbado y que el párroco debía bendecir el espacio. Nadie estaba muy seguro de quién se suponía que era el fantasma, a pesar de que apareció en la habitación donde había muerto Jorge VI", agregó.
La fecha de este evento paranormal no se sabe con exactitud, pero se afirma que reunió a la reina, y a la Reina Madre, que todavía vivía, así como a su dama de compañía, Prue Penn.
Fue el mismo padre que impulsó la ceremonia especial luego de percibir una fuerte sensación de inquietud en dicha habitación, pero a pesar de que se creía que se trataba de un ente vinculado al rey fallecido, éste sugirió que tal energía podría estar vinculada realmente con la princesa Diana, que recientemente había fallecido en Francia luego de un abrupto accidente vial.
Aunque permaneció en silencio sobre sus creencias, el autor enfatizó que la ahora difunta reina de Inglaterra era profundamente espiritual, pero no supersticiosa.
A diferencia de lo que muchos podrían pensar, Isabel II no creyó en teorías extravagantes sobre la visita paranormal de Diana o incluso de su padre, quien murió en 1952 de una trombosis coronaria y complicaciones por cáncer de pulmón, pero sí valoraba los gestos simbólicos en momentos de incertidumbre, apuntó Hardman.
Esta no es la primera vez que se habla de ceremonias de exorcismo y eventos paranormales en las residencias históricas de la familia real británica. Dicha ceremonia en Sandringham resuena con otros relatos paranormales como las supuestas visiones de Isabel I en el castillo de Windsor que habrían sido presenciadas por varios miembros de la realeza.
De acuerdo con el historiador paranormal Richard Felix, Sandringham y otros palacios reales están impregnados de leyendas de fantasmas, que se han ido adhiriendo a las herencias de cada miembro y que fueron parte de la historia de sus antepasados.
En torno a esto, se comenta que la residencia de campo de William y Kate, Anmer Hall, cuenta con su propio ente: un antiguo sacerdote católico que fue ejecutado por traición en sus demarcaciones.