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El reciente paso del objeto interestelar 3I/ATLAS por nuestro Sistema Solar ha generado un sinfín de teorías conspirativas más allá de despertar la curiosidad y el asombro de la ciencia por conocer su origen y naturaleza en el universo profundo, de donde se cree proviene.
Su trayectoria y otras anomalías, que han sido analizadas desde que fue descubierto el pasado 1 de julio de 2025, han intensificado el debate sobre si estamos solos en el universo o si hay vida alienígena cerca de nosotros monitoreando la Tierra a través de naves, haciéndose pasar por cuerpos cósmicos.
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A diferencia de los cometas convencionales, observados y reportados por la NASA o la Agencia Espacial Europea (ESA), su velocidad, brillo, tamaño e incluso su trayectoria poco predecible han hecho que sea catalogado como una nave controlada con tecnología no humana. Avi Loeb, científico vinculado a la Universidad de Harvard es uno de aquellos investigadores que afirman esta naturaleza y que siguen en la búsqueda de información que respalde su teoría.
Los recientes hallazgos y los análisis hechos en torno al perihelio del cometa 3I/ATLAS el pasado 29 de octubre, y en general lo que se ha detectado desde que apareció por primera vez en el radar de los humanos, han traído a la memoria colectiva una predicción que hizo el físico Stephen Hawking con respecto a la llegada de vida extraterrestre a la Tierra.
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Hace más de una década, Hawking dijo en su documental Into the Universe aceptó que podría existir otras civilizaciones además de los humanos en algún rincón del universo y que intentar comunicarse o vincularse con dicha vida extraterrestre podría ser una amenaza para la Tierra.
“Si los extraterrestres nos visitaran, el resultado sería muy parecido al de la llegada de Colón a América, que no terminó bien para los nativos americanos”, dijo el astrofísico.
“Sólo tenemos que mirarnos a nosotros mismos para ver cómo la vida inteligente podría evolucionar hasta convertirse en algo con lo que no querríamos encontrarnos”, agregó.
Esta reflexión ha sido vinculada al cometa 3I/ATLAS y a toda la investigación que se ha hecho en torno mientras surca nuestro Sistema Solar y revela nueva información sobre su composición, trayectoria y naturaleza, misma que ha generado conversación dentro de la comunidad científica y entre los amantes de la astronomía por haber emitido un brillo casi igual que el del Sol durante su perihelio.
Si bien Hawking no especificó que la llegada de vida alienígena se haría a través de este cometa, sí predijo que todo intento de contacto con este tipo de inteligencia podría ser devastadora para la Tierra.
En su programa, Hawking, especuló que las capacidades de los extraterrestres “sólo estarían limitadas por la cantidad de energía que pudieran aprovechar y controlar, y esa energía podría ser mucho mayor de lo que podríamos imaginar en un principio”.
El experto dijo que incluso podría ser posible que los extraterrestres aprovecharan la energía de una estrella entera: “Esos alienígenas avanzados tal vez se convertirían en nómadas, buscando conquistar y colonizar cualquier planeta al que pudieran llegar”, advirtió.
¿El 3I/ATLAS podría dirigirse hacia la Tierra tras su perihelio?
La fecha clave del posible acercamiento del cometa a la Tierra sería el 19 de diciembre de 2025. Según los cálculos de Avi Loeb, el cometa o lo que resulte ser el objeto interestelar, se acercará a nosotros lo suficiente para ser monitoreado, pero no interceptado por tecnología humana.
Hasta el momento no hay datos científicos de que el objeto interestelar vaya a colisionar contra la Tierra y que la vida humana corra peligro inminente.
“Si 3I/ATLAS fue fabricado tecnológicamente, como sugiere su alta abundancia de níquel en relación con el hierro, podría maniobrar o liberar minisondas”, sugiere el científico.
Loeb, junto a su equipo de investigadores del Proyecto Galilei, monitorearán la posible actividad “inusual” por parte de “objetos anómalos en la atmósfera terrestre” en los siguientes meses para analizar el comportamiento del cometa cerca de nuestro planeta y revisar si se liberaron dichas sondas.
Siguiendo la ruta prevista posterior al perihelio y al perigeo, el cometa 3I/ATLAS pasaría cerca de Júpiter el 16 de marzo de 2026, allí podrá ser captado por la sonda espacial Juno, capaz de fotografiarlo y verificar posibles transmisiones de radio.
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