Estados Unidos podrá rechazar solicitudes de visa de inmigrante a solicitantes que padezcan diabetes, cáncer, enfermedades cardiovasculares y otras, según una nueva directriz del Departamento de Estado.
La agencia confirmó que esta medida busca evitar que los recién llegados absorban recursos gubernamentales y dependan de las ayudas públicas para cubrir los costos de su atención. Lo que se llama “Carga Pública”.
“Ciertas afecciones médicas —incluidas, entre otras, las enfermedades cardiovasculares, respiratorias, el cáncer, la diabetes, las enfermedades metabólicas, neurológicas y los problemas de salud mental— pueden requerir atención médica por valor de cientos de miles de dólares”, dice el cable interno enviado para instruir a funcionarios.
“¿Cuenta el solicitante con recursos financieros suficientes para cubrir los costos de dicha atención durante toda su esperanza de vida sin recurrir a asistencia pública en efectivo ni a la institucionalización a largo plazo a cargo del gobierno?”, añade el documento para evaluar si se otorga o niega una visa.
La carga pública es un término usado para declarar que un extranjero es inadmisible para la residencia permanente en Estados Unidos si ha recibido apoyos y beneficios del gobierno como Medicaid, cupones de alimentos del programa SNAP y subsidios para la vivienda.
Las autoridades buscan que el migrante tenga recursos suficientes para “mantenerse a sí mismo”.
“La autosuficiencia es un valor central de Estados Unidos y ha sido parte de la ley de inmigración durante siglos. Al exigirla a quienes buscan quedarse, promoveremos el éxito de los inmigrantes y protegeremos a los contribuyentes estadounidense”, señaló el Departamento de Estado durante la primera administración de Donald Trump.
Joe Biden relajó los términos de carga pública durante su gobierno, pero ahora el presidente Donald Trump quiere endurecerlos durante su siguiente mandato.
“No es ningún secreto que la administración Trump está priorizando los intereses del pueblo estadounidense. Esto incluye la aplicación de políticas que garanticen que nuestro sistema de inmigración no sea una carga para el contribuyente estadounidense”, dijo el subportavoz principal Tommy Pigott en un comunicado.
Para obtener una visa de inmigrante y solicitar posteriormente la Green Card se debe presentar un examen médico y hay cuestionamientos para definir si un solicitante puede caer en carga pública o no.
De acuerdo con el medio The Hill, el cable interno también ordena a los oficiales que desarrollen “sus propias ideas sobre lo que podría derivar en algún tipo de emergencia médica o gastos médicos en el futuro”.
Cabe resaltar que esta medida es únicamente para visas de inmigrante y por ahora no afecta a las solicitudes de visa de turista, estudiante o trabajos temporales.
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