Donald Trump, firme en su decisión de seguir cobrando aranceles en medio de su guerra comercial con varios países, busca hacer un uso eficiente y que beneficie a los estadounidenses, de todo lo que recaude.
De acuerdo con un plan en el que trabaja, el presidente de Estados Unidos propone enviar a los estadounidenses una versión nueva de los cheques de estímulos, repartidos durante la pandemia, basados en las recaudaciones de los aranceles.
En un anuncio hecho en sus redes sociales hace unos días, Trump dijo que ocupará el dinero obtenido de los aranceles para pagar cheques de reembolso a todos los estadounidenses con un monto máximo de 2 mil dólares.
“¡Quienes se oponen a los aranceles son unos tontos! Ahora somos el país más rico y respetado del mundo, con una inflación prácticamente nula y un mercado de valores récord (...) Se pagará un dividendo de al menos 2 mil dólares por persona (sin incluir a las personas de altos ingresos) a todos”, escribió el magnate.
En otra ocasión, Trump dejó abierta la posibilidad de utilizar los aranceles cobrados para pagar dividendos a los estadounidenses: “Estamos recaudando tanto dinero que bien podríamos repartir dividendos entre el pueblo estadounidense”, apuntó el mandatario en su momento. Pero...
Aunque reveló su plan de reparto de cheques de forma casi oficial, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, puso en duda el reparto de estos pagos.
Según dijo Bessent en una entrevista a la cadena ABC, no se han hecho propuestas formales sobre repartir lo recaudado con los aranceles a través de cheques y que un dividendo arancelario podría presentarse “de muchas formas”.
El plan de Trump excluiría a las “personas de altos ingresos”, una diferencia notable en comparación a los cheques de estímulo que el propio Trump implementó durante la pandemia y que continuaron durante el mandato de Joe Biden.
Hasta el momento se sabe que los aranceles de Trump y de administraciones pasadas, aún vigentes al inicio de su mandato este 2025, han llevado a la recaudación de 220 mil millones de dólares, según datos del Departamento del Tesoro de Estados Unidos
Tomando en cuenta esta cifra, el reparto de los cheques a todos los estadounidenses tendría un costo de 326 mil millones de dólares, 106 mil millones más de lo que se ha recaudado hasta el momento.
En el anuncio de su plan, Trump dijo que el sobrante de los pagos de 2 mil dólares serviría para pagar “sustancialmente la deuda nacional”, aunque los datos del Tesoro apuntan que los ingresos arancelarios no alcanzarían.
“Todo el dinero sobrante de los pagos de 2 mil dólares realizados a los ciudadanos estadounidenses de bajos y medianos ingresos, proveniente de los enormes ingresos arancelarios que llegan a nuestro país desde el extranjero, que serán sustanciales, se utilizarán para REDUCIR SUSTANCIALMENTE LA DEUDA NACIONAL”, apuntó el mandatario en Truth Social.