El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no asistió este jueves al funeral del exvicepresidente Dick Cheney celebrado en la Catedral de Washington, al que no fue invitado y al que sí acudieron los expresidentes Joe Biden, George W. Bush y la exvicepresidenta Kamala Harris.
Trump, que no expresó sus condolencias por muerte de Cheney tras múltiples encontronazos públicos por diferencias políticas, no estuvo invitado a la ceremonia, al igual que el vicepresidente JD Vance, según reportaron medios locales, que citaron fuentes familiarizadas con la preparación del funeral.
Dick Cheney, vicepresidente durante el mandato de Bush entre 2001 y 2009, falleció el pasado 3 de noviembre a los 84 años por complicaciones de una neumonía y problemas cardiovasculares.
La Casa Blanca negó estar involucrada en los preparativos del servicio. Vance, por su parte, expresó sus condolencias durante un acto.
"Es evidente que existían algunas discrepancias políticas, pero fue un hombre que sirvió a su país. Le deseamos a su familia mucho consuelo en estos momentos de duelo", declaró.
Entre los más de mil invitados que acudieron al funeral privado, Bush y Biden se sentaron en primera fila junto a sus esposas, así como los exvicepresidentes Mike Pence y Kamala Harris.
Antes del comienzo de la ceremonia, Biden, que hoy cumple 83 años, mostró cierta sintonía con Harris, después de los reproches que la que fuera su vicepresidenta ha escrito en su libro.
Bush elogió la dedicación de Cheney al cargo y su "consistente, leal y noble" servicio.
"Ser tranquilo, reservado y poco dramático no es la fórmula del éxito político para todos, pero era el estilo de Cheney y le funcionó. Él era así: parco y medido en sus palabras en una profesión que atrae a los charlatanes", dijo desde el púlpito de la catedral.
Durante la ceremonia también intervinieron familiares del difunto, como sus nietos, y su hija mayor, la excongresista Liz Cheney.
"Se hizo republicano, pero sabía que los lazos partidistas siempre deben ceder ante el único vínculo que compartimos como estadounidenses. Para él, elegir entre la defensa de la Constitución y la defensa de su partido político no era una elección en absoluto", aseguró su hija.
Considerado uno de los arquitectos de la llamada "guerra contra el terrorismo" y representante de la política de "halcones" republicanos, Cheney se distanció del rumbo del Partido Republicano con la llegada al poder de Trump, al que calificó de "cobarde" y de ser "la mayor amenaza" para el país.
Por su parte, el mandatario lo ha criticado duramente por su responsabilidad en las guerras de Estados Unidos.
Nacido en 1941 en Lincoln (Nebraska), Cheney desarrolló una extensa carrera pública. Fue congresista por Wyoming, jefe de gabinete de la Casa Blanca con Gerald Ford y secretario de Defensa con George H. W. Bush, cargo desde el que dirigió la intervención militar en el Golfo Pérsico en 1991.
En su etapa posterior como vicepresidente de Bush hijo se desempeñó como uno de los principales artífices de la "guerra contra el terrorismo" tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Su funeral fue presidido por el reverendo Randolph Marshall, en la Catedral Nacional de Washington, templo que acoge a todas las confesiones religiosas y escenario de funerales de Estado, el último de ellos el de Jimmy Carter, el pasado enero.