protagonizó su primera portada en Vogue luego de su mediática separación con Tom Brady.

Para su participación estelar en Vogue Italia, la supermodelo se lució rejuvenecida y sensual ataviada con un sinfín de prendas de diseñador que destacaron su belleza y apoyaron su talento frente a la cámara.

Uno de los looks fue un conjunto lencero rosa baby que combinó con una maxi falda transparente.

Visitó un sostén tipo push up de encaje hecho con malla traslúcida y finos tirantes satinados, lo combinó con un bikini tipo thong del mismo tono.

Agregó una falda de malla con flores verdes bordadas, un cinturón esmeralda con estampado de piel de serpiente y finas sandalias de tacón de aguja con cristales incrustados sobre los cordones.

Se lució glamorosa con varios brazaletes metálicos asimétricos en ambas muñecas, así como un collar grueso del mismo estilo y pendientes largos.

Los estilistas que colaboraron en la sesión idearon un concepto en el que Gisele se luciera renovada e irreconocible, en especial para destacar su gran regreso a tiempo completo a la industria de la moda.

Y es que Gisele adoptó bien dicho concepto para lucirse como nueva, con una imagen fresca y moderna; mostró su cabellera rubia peinada en rizos cerrados en los costados del rostro, mientras su cara destacó con maquillaje que le dieron efecto de porcelana a su piel, labial marrón nude, sombras oscuras, un cat eue negro y cejas marcadas en una fina línea, muy al estilo de los dos mil.

En otras tomas sucedió lo mismo con su imagen reto combinada con detalles de maquillaje moderno, cabellera exótica y pequeñas prendas que le hicieron justicia a su atlética figura.

La revista italiana y Gisele trabajaron con la marca de moda Dolce & Gabbana para crear el concepto y vestir a la modelo con las mejores prendas.

En la publicación, los diseñadores Domenico Dolce y Stefano Gabbana expresaron su emoción y orgullo de colaborar con Gisele en la edición de marzo y como modelo en sus próximos desfiles de la Fashion Week de Milán.

“Comenzamos a trabajar con ella a principios de la década de los 2000, encarnó perfectamente con nuestra visión creativa”, dijeron los diseñadores en la entrevista que acompaña la edición.

Su trabajo con Vogue viene después de su . Ambas celebridades se divorciaron después de casi 13 años juntos debido a conflictos sobre sus respectivas carreras y el cuidado de su familia.

En su momento se dijo que Gisele le pidió a Brady dejar la NFL para centrarse en su familia, días después de llegar a un acuerdo, Brady se arrepintió de dejar su carrera y volvió a jugar en la temporada 2022-2023.

Hacia octubre del año pasado, la modelo solicitó el divorcio y él lo aceptó sin reclamos ni trabas. De hecho, el proceso fue rápido y amistoso hasta el punto de solucionar la repartición de sus bienes y fortuna conjunta de $733 millones de dólares.


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