Socorristas civiles y militares batallaban este domingo en México para abrir carreteras y caminos rurales que conducen a decenas de caseríos enclavados en una cadena montañosa, devastada por

Los estados de Hidalgo, Puebla (centro) y Veracruz (este) concentran el mayor número de víctimas y daños materiales, detalló un comunicado de la Secretaria de Seguridad federal.

Estos distritos comparten una amplia zona de la Sierra Madre Oriental, afectada por un sistema tropical del Golfo de México que desató intensas lluvias desde el jueves pasado en pleno final de una intensa temporada húmeda.

El gobierno "acelera los trabajos de atención y recuperación en zonas afectadas por las lluvias", señaló el comunicado de Seguridad, que contabiliza 139 municipios de cinco estados afectados.

La nubosidad se disipó este domingo, lo que permite redoblar esfuerzos para intentar reabrir caminos enclavados en la montaña y que mantienen incomunicadas a decenas de pequeñas poblaciones.

Trabajadores de la empresa estatal de energía restablecían también el fluido eléctrico, lo que contribuirá a restablecer las comunicaciones telefónicas.

-Subir y bajar de la montaña-

La presidenta Claudia Sheinbaum realiza este domingo un recorrido por las comunidades afectadas, a las que viaja en un helicóptero militar.

"Actualmente, el clima permite avanzar más rápido y hacer puentes aéreos hacia las comunidades que aún se encuentran aisladas", escribió en su cuenta de la red X la mandataria desde Huauchinango.

Esa localidad, en Puebla, fue arrasada la noche del jueves por un auténtico río de lodo que destruyó todo a su paso.

La AFP recorrió este domingo el municipio de Tenango de Doria, Hidalgo, a 180 kilómetros de Ciudad de México y que conecta con caseríos serranos a los que es imposible acceder debido a los derrumbes y deslizamientos en las escarpadas carreteras, entre las más peligrosas del país.

La llegada de socorristas civiles y militares se multiplica y los vehículos oficiales son utilizados también para trasladar a pobladores que superaron a pie los obstáculos en los caminos.

Bajo un sol brillante, muchas personas caminan kilómetros en ambos sentidos: unos quieren internarse en la montaña para saber de los suyos, mientras otros bajan por víveres o quieren llegar a un albergue.

"Salimos por motivos de salud (...) demás de que no hay alimentos o (los comerciantes) se aprovechan de la situación y suben los precios", dijo a la AFP Giovani, de 28 años, un vecino que prefiere omitir su apellido.

Es de El Xhuti, un caserío de 300 habitantes que ha decidido abandonar durante la emergencia para instalarse en un albergue en Tulancingo, ciudad localizada a 70 kilómetros.

-Ayuda por todos los medios-

Al camino bloqueado llega desde Tulancingo una moderna carroza fúnebre que abre sus puertas para ofrecer agua y alimentos a pobladores de la zona incomunicada.

Desde el viernes "están solicitando tres servicios" para personas que murieron de causas naturales, "pero no se puede pasar", dice Víctor Luqueño, dueño de la funeraria que decidió usar el vehículo para proveer auxilio humanitario.

Localidades del norte del vecino Veracruz también estaban aisladas por el desborde de extensos y caudalosos ríos.

Ahí, la ayuda es distribuida en lanchas luego de que mejoró el clima, informaron autoridades estatales.

El tiene listas toneladas de alimentos y agua y una decena de cocinas móviles para atender a los damnificados.

México, con extensos litorales en el Pacífico y el Atlántico, sufre el embate de fenómenos meteorológicos durante la temporada de huracanes, de mayo a noviembre.

Hasta ahora, el impacto de los ciclones ha sido menor. No así el de las lluvias.

El fenómeno que nació en el Golfo de México alcanzó la Sierra Madre Oriental, explicó a la AFP el meteorólogo y académico Isidro Cano. "Las montañas se calientan por las mañanas (...) y el vapor de agua que se genera produjo las fuertes lluvias", dijo.

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