El rey Carlos III se prepara para una Navidad cargada de emociones fuertes y preocupaciones por su salud, en medio de su lucha contra el cáncer. De acuerdo con fuentes cercanas a la el monarca estaría considerando un movimiento que podría sacudir a la realeza e incluso molestar a su hijo, el príncipe William, y que haría por la preocupación de que estas festividades sean las últimas.

Según se comenta, el rey podría invitar al príncipe Harry y a Meghan Markle a las celebraciones navideñas como un posible intento final de reconciliación familiar antes de que su salud empeore o tenga que dejar el reinado.

Aunque cuida su salud con cautela y sigue trabajando activamente desde su posición como rey, Carlos, de 77 años, también estaría replanteándose ciertas prioridades familiares tras un año duro para el palacio, en especial tras reunirse de nueva cuenta con su hijo Harry y de retirarle los títulos a su hermano Andrés.

Informantes cercanos al palacio aseguran que Carlos ha tenido una “nueva perspectiva” de su vida luego de enfrentar su diagnóstico. El cáncer fue detectado de forma temprana y, según su entorno, ha respondido positivamente al tratamiento, lo que incluso permitiría reducirlo.

Dentro de este contexto, la posibilidad de reconciliarse por completo con y recibirlos junto a sus nietos, Archie y Lilibet, vuelve a la mesa tras años de distanciamiento, entrevistas explosivas y tensiones públicas que han afectado a ambas partes.

Según la fuente, Carlos estaría abierto a recibirlos para las festividades de Navidad con el resto de la familia real: “No se ha descartado por completo una invitación al príncipe Harry si el rey realmente quiere pasar tiempo con su familia inmediata. Siempre hubo la sensación de que la puerta emocional nunca se cerró del todo”, comentó una fuente real.

Para Carlos, esta Navidad podría tener un significado más profundo que cualquier protocolo y cualquier problema que haya habido entre él y su hijo menor.

“Después de un año tan turbulento, particularmente dada la salud del rey y las continuas repercusiones del trato con el príncipe Andrés , es comprensible que Carlos quiera que esta Navidad tenga un significado más profundo”, señaló el insider.

Algunos en el entorno real creen que el rey está actuando con la conciencia del tiempo y de la situación por la que vive por el cáncer: “Se guía más por su mortalidad que por las reglas”, afirmó otra fuente, sugiriendo que esta podría ser la última Navidad en la que se sienta con fuerzas para reunir a toda la familia.

Harry, por su parte, ya había expresado públicamente su deseo de reconciliación. En mayo pasado le dijo a la BBC que le encantaría restablecer la relación con su familia, especialmente tras los problemas de salud de su padre.

Sin embargo, el gran obstáculo sigue siendo la relación rota entre Harry y el. Fuentes coinciden en que ese conflicto sigue sin resolverse y complica cualquier intento de acercamiento.

Dentro del palacio también hay resistencia. Algunos altos funcionarios temen que la presencia de los duques de Sussex eclipse la celebración y convierta una reunión privada en un espectáculo mediático global.

Pese a ello, Carlos parece decidido a marcar esta Navidad con un mensaje distinto: familia, reconciliación y conciencia sobre la salud.

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