La polémica no deja de opacar la vida de los duques Sussex en California. Recientemente se informó que el príncipe Harry estaría enfrentando conflictos personales y profesionales con su esposa Meghan Markle por el temor a que las constantes renuncias de sus empleados terminen por desatar un escándalo público aún mayor que afecte su reputación.
Según afirman fuentes cercanas a los duques de Sussex, el hijo menor del rey Carlos III está “frustrado” por los rumores sobre el supuesto “comportamiento exigente” de Meghan hacia sus empleados, que estaría provocando sus renuncias masivas.
Los informantes le han dicho al medio Radar Online que el príncipe teme que su matrimonio se vea afectado por los comportamientos de “diva” de Meghan, que estarían orillando a los empleados de su organización Archewell renuncien.
Como consecuencia, a Harry le preocupa que la imagen negativa que se está generando sobre este tema afecte sus esfuerzos por restablecer los vínculos con la familia real luego de años de distanciamiento y conflictos con ciertos miembros de la realeza, como su hermano William.
La renuncia más reciente fue la de Emily Robinson, exdirectiva de Netflix y última publicista de Markle, quien abandonó su cargo después de apenas tres meses de trabajo. Durante los últimos meses, se han informado renuncias similares, alrededor de 23, que alegan un maltrato por parte de Meghan y una carga de trabajo imposible de resolver con las exigencias de la duquesa.
“Harry está frustrado por las renuncias y los rumores de que Meghan es demasiado difícil. Ha trabajado mucho para mejorar su imagen, pero cada nueva dimisión es un paso atrás”, señaló una fuente cercana a la pareja.
Otra persona del círculo cercano de los duques aseguró que el príncipe teme que esta situación se convierta en un patrón difícil de revertir, en especial porque los despidos estarían relacionados, además, con acoso laboral.
“Está preocupado de que la reputación de Meghan se le salga de las manos. Sabe que una etiqueta de ‘jefa abusiva’ podría perjudicar sus carreras y sus negocios”, afirmó el insider.
Robinson, quien había trabajado previamente en la serie The Crown de Netflix, fue contratada para dirigir los proyectos de Meghan, incluyendo su marca de estilo de vida As Ever. Sin embargo, personas cercanas al equipo afirmaron que la publicista se sintió “agotada” por las “exigencias constantes” y el “microcontrol” de la duquesa.
“Emily es una de las profesionales más competentes del sector, y no renuncia sin motivo”, comentó un ejecutivo de relaciones públicas en Hollywood. “Meghan trata a su equipo como si dirigiera un rodaje: da instrucciones todo el tiempo y cambia decisiones de manera abrupta. Eso desgasta a cualquiera”.
En torno a estas preocupaciones, los expertos reales advierten que los Sussex podrían estar involucrados en un futuro no muy lejano al movimiento #MeToo, en especial ahora que Meghan está de regreso como actriz de Hollywood.
“En el mundo del entretenimiento, la reputación se propaga más rápido que el talento”, señaló un ejecutivo. “Si se corre la voz de que trabajar con Meghan es complicado, los socios potenciales simplemente se retirarán”.
Por ahora, el príncipe busca estabilizar la situación con su esposa y evitar que la crisis de relaciones públicas se agrave con más despidos o reportes de abuso por parte de Markle. “Harry quiere dejar atrás el drama y enfocarse en su trabajo humanitario”, explicó otra fuente. “Pero si Meghan no logra controlar la narrativa, no sólo perderán más empleados, sino también la reputación que tanto intentan proteger”, agregó.